Soñando despierta, cerrando los ojos, mordiendo los labios y sintiendo el corazón latir más fuerte con tan solo pensar en él. No hay día que no empiece con la sensación de su presencia a pesar de no estar a su lado. No hay noche que no termine con su recuerdo e imagen en cada sueño preguntándome si él estará pensando en mi. Aquel tierno pero ardiente amor que tal cual niño travieso invade hasta mi más mínino pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario