A veces la sombra me abraza y me envuelve. Su ausencia y la falta de caricias, cubre con un velo mi alma. Pero cuando aparece, se iluminan estos largos pasillos interiores y alfombras de bellos colores ceden el paso a sus palabras. Cansada de volar posé mi vuelo y encendí la llama donde todo arde, porque el amor, un amor tan grande, nunca llega demasiado tarde.
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